miércoles, 28 de mayo de 2014

.Estilo.


mil y una veces he dicho que quiero ser francesa o, al menos, parecerlo; y ayer, por primera vez, pensé que quizás, y digo quizás, llevo toda la vida mirando al país equivocado...

este traumático descubrimiento vino de la mano de "Los hermanos Bloom" una de las mejores películas que he visto últimamente, y  creedme, han sido muchas. Hay algo inexplicable en esa elegancia tan excéntrica y natural, ¿dónde la consigo?

Rachel Weisz en The Brothers Bloom

así que ahora, como es natural, ¡quiero un bombín!

y vosotros, ¿a qué estáis esperando?

corred al videoclub, a amazon o a dónde sea, y ¡ved la película!

martes, 27 de mayo de 2014

.Shigeru Ban.


normalmente no me interesan especialmente las cosas que hace el "star system" y, por lo tanto, presto poca atención a los premios, artículos de periódico y retrospectivas/editoriales/monográficos que las revistas especializadas les dedican... me parece que la arquitectura de verdad, la que hace que la gente se emocione; está en la calle y en la cabeza de los jóvenes sin pretensiones.

dicho esto, toda regla conlleva una excepción y para mí, él es la esa excepción. Siempre he sentido una especial admiración por este excepcional arquitecto, por su forma de entender la arquitectura a través del material y de la forma.

esa complejidad que te deja sin palabras

Photo by Bridgit Anderson courtesy of shigerubanarchitects


¡un más que merecido Pritzker!

martes, 18 de marzo de 2014

.Ensayar.


¿todo necesita del terrible prueba y error?

la Compañía Teatreves ensayando

la verdad, espero que no, siempre he pensado que las mejores cosas de la vida llegan de casualidad, cuando no las esperas, cuando no las buscas... llaman a la puerta y se presentan sin avisar

una canción en la radio en medio de un atasco que se vuelve tu favorita, un compañero de clase que comparte una opinión rara y en un instante se convierte en tu mejor amigo... ya me entendéis

ahora que las redes de seguridad han desaparecido y los planes de futuro se vuelven un poco más borrosos, confío más que nunca en que las cosas buenas llegarán sin ser invitadas, una horrible mañana de lunes en la que nada salga como debe... llegará un mail, sonará el teléfono... no sé cómo pero sí que en cualquier momento, pasará algo que lo cambiará todo

o eso espero

llamadme ingenua

martes, 5 de noviembre de 2013

.Perfección.


Existe una extraña dicotomía entre la admiración y la profunda envidia que siento al leer a las bloggeras "de moda". Supongo que no soy la única que se siente así, por un lado, provocan en mí esa atracción que me obliga a leer todas y cada una de las entradas de sus perfectos blogs y, por el otro, odio darme cuenta de que la vida puede ser perfecta, sin polvo sobre los armarios, ropa arrugada o días malos. Las adoro y detesto a partes iguales.

No soy tan ingenua como para pensar que ellas no tienen problemas, imagino que como todo el mundo, tienen espinillas, días quisquillosos y domingos vagos en los que comen cualquier cosa que tarde menos de 5 minutos en prepararse. Lo que me saca de quicio es darme cuenta de que, para mí, eso se llama rutina y para ellas, no.

Llevo tantos años conviviendo con mi caos que ya no me molesta, no sería yo sin este caos ordenado que es mi vida. Si siempre tuviera ropa limpia y planchada o comida en la nevera, ¿qué emoción tendría la existencia?

Así que, ¡seguid así chicas! Sois la inspiración que los desastres ambulantes necesitamos.

miércoles, 9 de octubre de 2013

La importancia de llamarse…


Ernesto.

Hace unos meses, muchos meses, me embarqué en un proyecto loco sin tener ni idea de lo que estaba haciendo. Unos amigos habían montado una compañía de teatro y me proponían diseñar el vestuario para la obra que tenían entre manos, sin pensarlo dije ¡sí!

Y así empezó este lío maravilloso. Yo no soy modista, ni sé una palabra sobre patronaje… nada.

Mi madre siempre me recuerda que de pequeña me pasaba las horas dibujando vestidos y soñando; que todos creían que sería diseñadora y lo soy, en cierto modo, la arquitectura no está tan lejos de la moda, los planos de edificios y los patrones, para mí, son lo mismo. La misma lógica se puede aplicar a las dos cosas.

En fin, que sin tener ni idea me puse a investigar, me fui al museo del traje y dibujé, dibujé mucho… elegimos las telas sin demasiado convencimiento y nos pusimos manos a la obra. A pesar de todo, el resultado final no está tan mal, los trajes no son perfectos, claro, pero te transportan a la Inglaterra victoriana sin salir de Madrid y eso es lo que cuenta.


Hoy os animo a que compréis una entrada, os acerqueis a una sala de teatro y disfrutéis de los fantásticos actores que dan vida a la mejor obra de Oscar Wilde. ¡Os aseguro que no os vais a arrepentir!